Estas imágenes han sido realizadas rayando y pintando mesas de instituto. Haciendo lo que está prohibido hacer. Las mesas son de 1988 y en todo este tiempo nos hemos fallado. Durante décadas hemos sido solo puntualmente capaces de compensar las desigualdades de origen, convirtiendo a estas mesas y a las aulas en memoriales de los esfuerzos, los logros y los fracasos, las disrupciones y las actitudes antiescolares con razón. Los golpes y el ruido, los cuerpos violentados y las subjetividades dañadas nos deberían señalar la urgencia.
La educación no puede conjurar ni solucionar todo. Si no nos queremos limitar a esperar la ola de destrucción e intolerancia, a la libre elección de la necropolítica, tenemos que imaginar de otros modos.
Las escenas grabadas en los tableros surgen de un trabajo performativo con estudiantes y cuestionan el uso disciplinario del espacio educativo, oponiendo al “no futuro” paralizante y a un horizonte de malestares reprimidos y medicados, imaginarios de la juventud con su desear desbordado, junto con la reivindicación de que el entorno educativo debe ser espacio de confianza y experimentación, un lugar de cobijo y posibilidad.
En el trabajo audiovisual
Una mañana, seis planos secuencia de 50 minutos muestran un pupitre en un paisaje, las seis clases de un día en el instituto. Esto está aquí todos los días, pero no necesariamente fuera del aula. Lo de fuera también nos importa, es lo que más importa. Estar en esto con los pies en la tierra. Tratar bien. Conectar. Inquietud, curiosidad y que nos importe lo de todos.
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3 de Febrero - 13 de Abril, 2024
Horario
Martes a viernes
11 a 14h y de 16:30 a 20:00h
Sábados
11 a 14:00 h. Tardes con cita previa. T 676 723 819